Al utilizar motores de corriente continua, uno de los principales problemas es la falta de precisión en el arranque y parada del motor. Para hacer frente a este problema, existen motores con excitación independiente. Hablamos del motor paso a paso, cuya alimentación del inductor se realiza a partir de una fuente de alimentación externa. Así, para variar su velocidad basta con modificar y controlar la corriente de excitación.
Estos dispositivos electromagnéticos, incrementales o rotativos, convierten pulsos digitales en movimiento de rotación mecánica.
La proporción de la rotación es proporcional al número de pulsos generados; mientras que la velocidad de rotación se relaciona con la frecuencia de esos pulsos. Los impulsos, en definitiva, se definen por un ángulo predeterminado que es alimentado por un dispositivo programable.
Esta solución es idónea siempre y cuando la inercia del sistema sea reducida, es decir, el tiempo de aceleración y deceleración no sea largo.
A grosso modo el motor paso a paso se aplica en soluciones donde la precisión de los desplazamientos tiene gran importancia: cabezales de discos duros, impresoras, pequeña tecnología sanitaria, etc.
Estos dispositivos electromagnéticos, incrementales o rotativos, convierten pulsos digitales en movimiento de rotación mecánica.
La proporción de la rotación es proporcional al número de pulsos generados; mientras que la velocidad de rotación se relaciona con la frecuencia de esos pulsos. Los impulsos, en definitiva, se definen por un ángulo predeterminado que es alimentado por un dispositivo programable.
Esta solución es idónea siempre y cuando la inercia del sistema sea reducida, es decir, el tiempo de aceleración y deceleración no sea largo.
A grosso modo el motor paso a paso se aplica en soluciones donde la precisión de los desplazamientos tiene gran importancia: cabezales de discos duros, impresoras, pequeña tecnología sanitaria, etc.